Inevitablemente llega el momento en el que un gerente tiene que dar retroalimentación negativa. Ningún empleado es perfecto, todos necesitamos de un jalón de orejas de vez en cuando. La parte complicada es dar esa retroalimentación de una forma en la que no destruyas la autoestima del empleado. Esa sería la forma más rápida para estar en la lista de los peores jefes.
Cuando es momento de una revisión anual o una discusión importante con un mal trabajador no te escondas de la situación incómoda. La retroalimentación negativa puede hacerse de una forma en la que no se lastimen los egos o a los empleados. De hecho, cuando se da una forma positiva puede ser muy motivante e inspirador.
Un artículo de Psychology Today explica cómo dar una crítica constructiva usando el método del sándwich. Comienza con un cumplido, agrega de forma gentil lo que debe mejorarse y termina con otro cumplido. Aunque este método puede ser aplicado varias veces, aquí hay algunos tips adicionales para dar retroalimentación negativa de un forma positiva.
1. Discute el tema objetivo, no a la persona. No hagas declaraciones que parezcan que le dices a la persona “deberías”, “no lo hiciste” o “tus habilidades”. En lugar de eso discute el problema al decir “los clientes no pueden obtener lo que necesitan” o “esto no está muy claro”.
2. Habla de lo que va bien. Es fácil envolverse en todo lo que está yendo mal con una situación. De cualquier forma, los empleados no pueden llenar el vacío de saber lo que no deben hacer si no se les dice. Felicita a los trabajadores por sus fortalezas. Motívalos para que hagan las cosas en las que son buenos. De esta forma, cuando des los comentarios negativos el empleado no sentirá como que todo lo que hace está mal.
3. Muestra los números. A un trabajador prepotente le va a parecer imposible que le digan que no está cumpliendo con su trabajo. Tal vez necesite de un ejemplo visual para entender la preocupación. Un informe de su desempeño puede demostrar los problemas con información que ayude a todos a ver las metas.
4. Ponte al mismo nivel del empleado. Una de las peores cosas que pueden afectar la conversación es que el trabajador se sienta en un nivel inferior de inteligencia o habilidad. No le hables como si fuera inferior o menos inteligente porque sus resultados no han sido buenos. Trata de encontrar la fuente del problema. Relaciónate con él o ella al compartir una historia personal sobre un problema similar y cuéntale cómo lo resolviste.
5. Reafirma que tienes fe en él o ella. Expresa la importancia de las habilidades del empleado y asegúrale que va a mejorar. Recuérdale que lo contrastaste por una razón; la retroalimentación lo hará más fuerte mientras se enfoca en cumplir las metas.
Aunque estos métodos son inmediatos al dar una crítica negativa, planearlo con anticipación te ayudará. Un estudio de 2013 encontró que un 64 por ciento de los empleados cree que el reconocimiento tiene un efecto muy positivo sobre el compromiso y la retención de empleados.
A lo largo del año puedes dar premios por aniversarios o algún otro logro personal. Cuando des una retroalimentación negativa ten una actitud y comportamiento positivo. No dejes que las emociones te dominen. Es vital que des esta crítica para apoyar a tu equipo, ya que si no lo haces puede afectar el éxito de tu empresa. Además, los empleados tendrán una oportunidad de conocer sus fortalezas y áreas de oportunidad.
Matt Strazz